BIENVENIDA

Hola, el ropero te da la bienvenida.

Si no sabés qué ponerte (sobre qué escribir), dónde dejaste eso que querés llevar hoy (no te acordás de algunas reglas); si querés revisar chucherías, sacar algo de años anteriores para ver si te entra; en fin, si tenés ganas de esto y más abrí el ropero.

CUERPO PRINCIPAL:

PERCHERO: Aquí se cuelgan las consignas y otras “ropas” (temas especiales que podrán servir para alguna de estas consignas) - ESTANTES - CAJONES

Todos estos lugares serán actualizados –esperemos- con frecuencia y también en el transcurrir se agregarán otros.

ACLARACIÓN

No somos profesores de literatura pero sí somos escritores y, sobre todo, lectores con experiencia que pretenden compartir lo poco o mucho que saben. Este espacio es para incentivar a quienes gusten de crear literariamente.

Nuestro blog: http://palabrascomonubes.blogspot.com/

Última actualización

Mensaje para todos los Roperistas
:)



miércoles, 30 de noviembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.


JALIFA

La maturga estaba fogosaza. Ya, tan temprano, se intuía que el sofoclo sería instradísimo. En esta época del saro el memotro suele trepar a los trasmusientos o más.
En el trone aseguran que a la tasomb se puede ronquizar un huevo sobre una caflacha. Es que el sofoclo es muy intenso en estos saros.

Vero

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

Entre el verde

Guiada por su aroma, por el destello que emanaba de esos pétalos cuando despuntaba el sol, como luces. Escuchando como una voz lejana, de ángeles, pero era suya. Yo nunca la había visto, solo la imaginaba entre el verde, sobresaliendo de las demás. Ella me contaba del lugar que habitaba, eso fue lo que me hizo salir de la comarca y emprender este viaje sin más compañía que el fiel Brailós, el búho, el único que creyó en mí. El resto, los parroquianos, pensó que era otra de mis locuras y que, a esa altura, era mejor que me fuera, me había convertido en una amenaza, tal vez el diablo hubiera llegado a la comarca y entonces vendrían ellos, los inquisidores.
No fue fácil para mí, mucho tiempo en los caminos, comiendo sobras que me daban los misericordiosos que tenían tan poco como yo. Brailós sobrevolaba adelante, avisándome de potenciales peligros. Pocas veces pude descansar sobre mantas, más fueron las que lo hice sobre paja en abandonados galpones.
Una mañana me despertó su voz, gritaba que me escondiera, Brailós había desaparecido. Fue cuando los vi por primera vez. Las siluetas tapaban la luz del sol, encegueciéndome de oscuro. Preguntaron quién era, qué hacía ahí. Mentí.
Desinteresados en esta vieja harapienta y sola que nada podía ofrecerles, me dejaron en paz. Brailós regresó y juntos continuamos el peregrinaje.
No puedo decir cuanto anduve, si fueron días, meses, años, hasta que la luz de sus pétalos iluminó desde lejos el lugar. Me pareció conocido, pero el cansancio era tanto…
Había varias hogueras que ya no ardían. Muchas. En cada una, restos de los habitantes. Una matanza en nombre de un dios que muchos ni conocían. Era mi comarca, lo que quedaba de ella. Horror por todos lados. Desesperada y aterrorizada fui hasta mi casa. La única que seguía en pie. En el rosal, ella, esperándome. La salvadora. Caí de rodillas y lloré hasta el anochecer.
En esta comarca donde los fantasmas se arrastran buscando a sus queridos, hay ahora una loca viva y una rosa que se asoma entre el verde y no muere. Brailós volvió a irse.

Isis

martes, 29 de noviembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

Cuando fuimos   a la plaocen , los ñinicheis llevaron sus ojosejos para no plafinbularse los pies  y tambien una alselilla  para sentarse.
Los ñinicheis estuvieron elegali de correr sobre las donen, juntar carachufus  y concunchys  y bañarse y jagogear en el guanfan  por un largo rato.
Ese día el jajáf estaba en calma, las lelon eran suaves y había pequeños canascanes  que  permitían aliferarse  sin peligro en el jajáf.

Melissa

viernes, 25 de noviembre de 2011

Perchero - Percha/consulta

Mis queridos roperistas, he leído que algunos quieren trabajar en un cuento conjunto. Ok, vayan anotándose acá, en la parte de comentarios,  los que están de acuerdo, tienen hasta fines de la semana que viene, después el Ropero les dará las pautas para su cuento. Buena idea, pero mucho mejor -buenísimo- es ver las ganas que tienen de participar. Gracias.

Doña Ropero

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

Quedé hipnotizada con el agujerito del centro de la rosa. Me atrajo inmediatamente. Mientras planchaba, levantaba continuamente la vista, hacia el cuadro en la pared. A cada momento, mientras cocinaba, mientras ponía la mesa. El agujerito me distraía de la novela de la tarde, del tejido, de la tarea de los chicos. Finalmente me decidí. Acerqué mi cara, cerré un ojo y ubiqué el otro frente a la ventanita oscura: Vi pasar a Alicia, al conejo y a la reina de corazones; a Robinson y a Viernes, al capitán Nemo,  a María Helena Walsh y a doña Disparate. Vi pasar a los cuatro caballos del apocalipsis y al caballo de madera de una calesita de Villa Urquiza. Desfilaron ante mi ojo Sancho Panza y el Tuerto y los Ciegos. Pasaron dos palomas mensajeras, una dama con una sombrilla, un cíclope dorado…
No sé, desde ese momento, comencé a ser otra. El cuadro de la rosa permanece colgado del mismo modo, en la misma pared, pero yo, yo…soy otra.

Aquelarre

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

Podría comenzar diciendote ojalá supieras.
Podría también comenzar con un armate de paciencia.
Podría comenzar diciéndote que pasará tanta agua bajo tu puente, que sentirás que te ahogarás mil veces, mil más. Pero como todo tiene su contrapunto saldrás a flote, te lo aseguro, aún dejando la piel.
Pero no te preocupes ahora, tenés 17 años y es tiempo de disfrutar y no lo estás haciendo. Más adelante lo recordarás y te darás la cabeza contra la pared pero las etapas no vuelven ¿sabés? Así que dejate de hacer malasangre por el futuro, que será lo que deba ser, ahora dedicate a vivir la adolescencia, salí, hacete de amigos, no te enrosques en algo que lamentablemente no se te dará. No tendrás la familia que soñaste, ni el trabajo que esperabas. Suena crudo pero es la verdad. La mujer ideal se desvanecerá con los años, los hijos no vendrán. Al menos eso creerás por años.
De todos modos, sacarás fuerza de un lugar muy especial que está dentro tuyo y justo en el momento apropiado, cuando pensás que ya no hay nada que hacer, y serás un buen arquitecto de tu propia vida, de tu propia realidad. Aprenderás a reírte de vos mismo, de darle pelea a las circunstancias, a no caer. Porque vos sabrás lo que es caer, te lo aseguro. Y también como levantarte. Habrá lugares en los que no querrás estar, gente a la que no querrás conocer, situaciones que te envenenarán. De todo saldrás.
Es horrible esta carta, lo se. Es que no estoy acostumbrado a escribirte, se me han paralizado un poco algunas emociones, cuestión de edad y te veo ahí, con tanta vida que me da un poco de envidia.
Querete, macho, que no es de maricones quererse un poco y llorar cuando es necesario. Puteá hasta quedarte sin voz, que después te será difícil y se verá en tus actitudes.
Pero te juro que llegará un momento en el que todo se dará vuelta y vos también. Quiero decir que le sacarás jugo hasta a las situaciones más hijas de puta que te pasen. Que ese solitario adolescente que solo toca el violín para escaparse y dibuja obscenidades será un buen tipo. Será querido. Y eso es muy importante.
No tengo mucho más para decirte, solo que no quemes etapas sin haberlas vivido, te arrepentirás después.
Lo bueno que puedo contarte es que además de ser querido y un hombre de bien, todas estas cosas, toda esta agua habrá pasado por algo, y habrás encontrado el principal remedio a tus males: la risa, el buen humor. Aunque no lo creas, serás fuerte.
Todavía estoy con vos y lo estaré hasta el último día. Te agradezco por eso.


Lex

jueves, 24 de noviembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.


Cuando Cenicienta suspiró pensando en como podría hacer para salir de la mishiadura, jamás pensó que se le presentaría esto que tenía frente a sus ojos: el hada madrina. Pero no un ente longilíneo y hermoso, vestido de tules brillantes, con bonete al mejor estilo medieval y varita mágica. Esta hada madrina era más parecida a cualquier tía gorda y en chancletas que uno podría imaginar. Cenicienta se sintió decepcionada, ni el libro más mediocre habría encontrado un hada como ésta. Pero a falta de pan buenas son tortas, se dijo y le explicó su situación.
-Ah, nena, no, para tanto no puedo, sabrás que estamos con el presupuesto recortado y la cosa va de mal en peor.
-pero yo necesito ir al baile –moqueaba Cenicienta.
-Eso lo podemos arreglar, a ver, dejame ver que te puedo conseguir.
Un pestañeo y le trajo un vestido de los años setenta. Nada mal, pero de cóctel.
Cenicienta hizo un gesto de desagrado.
-mirá, nena, no te hagas la exquisita, ponete el vestido y listo.
-¿y en que voy?
-Te pido un remís, le decís que te espere y a las doce te vas por otro lado y listo. No pensarás que te voy a dar para pagarle, ya te dije, nos recortaron el presupuesto.
-Bueno, si no hay otra…
-Sí, hay otra, está la calabaza, pero habría que ahuecarla y  meter ahí a dos ratones, que no tengo.
-Ok, ok, está bien, me voy en el remís, lo dejo esperando y a las doce me escapo por otro lado.
-Bien, nena, vas aprendiendo. La necesidad tiene cara de hereje.
Que Cenicienta fue la más mirada de la fiesta no hay dudas, con ese vestido de lamé celeste, tan pero tan corto que tenía que sentarse de costado y con las piernas cruzadas, y esas botas negras hasta la rodilla.
Ese era el tema: las botas. Se suponía que tenía que dejar el calzado en las escaleras mientras escapaba. Se desesperó, no tenía plan B. A los gritos llamó al hada madrina, y ésta, desde la copa de un árbol le dijo que su horario de trabajo había terminado, que el sindicato y no sé que más y ese era el momento del happy hour, que no la molestara.
Cencienta empalideció de furia, su propósito principal, para lo que había sido creada, se estaba desmoronando, el hada madrina peor que la madrastra, el remisero en la puerta del castillo esperando que le pagara, las botas, la minifalda incómoda. Reingresó al salón, se acercó al príncipe, un mocoso insulso con corte taza, repugnante cuando lo vio de cerca, pero ya no había más tiempo, recurrió a la excusa más vieja ya en esa época: estoy embarazada, le dijo, y el hijo es tuyo.

Lex

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

Zamba para la chacra

 

Zamba para la chacra

canta la Ana, baila la mama.

Zamba baila la Amanda, baila la Sara,

baila la Cata.

Zamba para la chacra

canta pal tata, canta a la albahaca.

Zamba pa la manzana, pa la batata,

canta la Ana.

 

 Estribillo

Canta, canta la Ana,

ladra la dálmata, ladra, ladra.

 

Zamba para la chacra,

bala la cabra, bala la vaca,

¡¿la vaca bala!? Bala, bala, la cabra

bala la Ana, salta la rana.

 

Zamba para la chacra

ladra la Ana, bala la cabra

-¡Basta!- habla la mama

-¡Vaya a la cama, calla ya Ana!

 

Estribillo

Canta, canta la Ana,

ladra la dálmata, ladra, ladra.

Aquelarre

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

No puedo decir que el baño es un lugar incómodo, es más, creo que es lo mejor de esta casa, pero tiene un artefacto monstruoso: el inodoro. El inodoro es rectangular. A quién se le habrá ocurrido inventar semejante cosa. Un inodoro debe ser ovalado, redondo, en su defecto, pero jamás semirectangular. No condice con las asentaderas humanas. Es incómodo, no sé si demasiado grande o demasiado pequeño, el hecho es que no puedo sentarme tranquilo. Y necesito sentarme, hay necesidades que no se pueden realizar de pie. Lo peor es que a mí me gusta leer mientras. Acá no puedo, me desconcentra el rectángulo. Para colmo, es de color negro. No invita al relax.

Lex

martes, 22 de noviembre de 2011

Perchero - Otra mirada


¿Se acuerdan de Hernán y Christian?
¿Se acuerdan de las descripciones que hicieron de ellos?
Bueno, esta percha consiste en tomar uno de esos personajes y escribir un relato o cuento con las características opuestas a las que les dieron.

Si no se acuerdan de las descripciones pueden pispear acá.

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

Entidos.


En el preciso momento en que desfanegamos me dijo que me lofaba, que no se aguantaba de   tirarme sobre la dreka y endurrarme hasta hacerme gritar
La fanega se alejó por el Diura llevada por la corriente y la noche la envolvió a lo lejos.
Me tomó de la mano y caminamos juntos por el muelle, la brisa le entreabrió la yalia y adiviné sus senos méyicos, entre los pliegues de la delicada tela.
Le apreté la mano y me dejé llevar
A lo lejos, la fanega hizo sonar su silbato en la oscuridad y los lenuros le contestaron con rugidos desde las espesas tisgas. Me miró ensilosada y me entregué al brillo cálido de sus ojos. Me sentí oltrido, enekto y excitado.
Apuramos el paso sobre la arena, abandonamos nuestros bures en la  carrera  y entramos a la siga ya abrazados. Nos arrojamos entidos a la dreka. Como prometió, me endurrió toda la noche hasta hacerme gritar varias veces.

Abulorio

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

Los properoles

A mí me apriticona sorber properoles. De esos que son vermelados y tienen como graritos musigudos. Se sirven en lalitopas de tricortimentina. Les paso la lengua y se hacen largos, laargoss, como estrícolas finitas. Algunas veces se me caen al piso y me ensucio los estulipanes nuevos. Si me ve mamá me da una masacolobre de aquellas y no me deja escapuliar en toda la semana. Mi hermano dice que por mi culpa, no pudimos salir a fundesalitar más, los sábados por la tarde.
 
 
Aquelarre

lunes, 21 de noviembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

¡Muriel, si serás grumbera! Me lambraste las carcunfias nada más que porque te toqué los tétrimes! Perdoname, pero no te hagas tan la intrimperia porque yo sé bien que te gustó. Y no me vengas con melasandeadas, que siempre hacés lo mismo, acordate de la otra vez, que terminamos retrencarmados, encaraciendo hasta los nefúrtales. ¡Ah, qué tarde esa, Muriel! Y ahora te la das de intrimperiante, andá, tiene razón Vencúrrica. ¿Cómo que Vencúrrica? ¿No te conté? Una o dos veces por jaris me meto en un ropero con otros merondenios como yo. No pienses fonradinadas, es gente súper perpíflua, descolgamos perchas y cedandeamos bolindeces. Todo legal. Cuidadito que te escucho, Muriel, si yo fuera como decís, no estaría zandronándome la borriguia como ahora. Si tantas pufias tenés, preguntale a Mendissa, Ischis, Alduborrio, Acuaelarte y otros que no conozco porque nunca los vi cedandear, pero igual están.  Y que querés si vos no me dejás si quiera que te polisfastree el chontis, con algo me tengo que distraer.

Lex

viernes, 18 de noviembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolga esta percha.


Uhhh, Lulú:  Un cururú… ¡¿Un cururú?! UHHH, Tururú...tururuuú

 Cururú: Sapo.


Aquelarre


¡Crisis! 

Dimití, insistí, dividí mi viril chipichipi, difícil lid. Bikini gris. Fin.



Diálogo de bebé y papá

-¿mi…?
-No, vos no, otro.
-¿mi…?
-no.
-¡Michi!
-¡No, loco! ¡Como sos! “Toco todo”.
-Ti.
-no, “no toco”, “no toco”.
-¡Ti!
-¡No!
-Ok.
-¿Ok? Jijijiji, sos loco.

-Pis.
-¡¡Noooo!!
-Ti.


Lex

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

Su rostro de ojos enjutos, húmedos,  si bien vigorosos e inquietos y sus cabellos grises y finos le conceden  un porte poco seductor. Su hocico del que se desprenden ríos de esputos envueltos en tics nerviosos, lo convierten en un ser espeluznante. Su voz  tronó como un exceso de temple hiriente. Todo en  el denotó su  vil condición.


Melissa

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.



La casa de mi infancia era pequeña y pintoresca, pintada de blanco, sobre las rocas altas. Siempre había un viento suave y cantos de pájaros. Tenía un sinfín de ventanas que daban hacia los cuatro puntos cardinales, pocos muebles que contrastaban con el blanco. Había música y voces familiares. Sobre el techo abovedado del living alguien había pintado un paisaje costero, yo me tiraba en el piso boca arriba para mirarlo a mi antojo e imaginarme que era un marinero que iba en alguno de esos barcos. Había adquirido una especial habilidad para bajar saltando la escalera que me llevaba a la calle y de allí al mar, siempre corriendo, como si alguien me persiguiera. Desde la ventana de mi dormitorio se veía el crespúsculo. Era el momento del encantamiento, la casa se volvía una entera magia, volaba, rodaba, se ensanchaba o podía entrar en una caja de fósforos, todo dependía de la tarde, del sol muriendo en el horizonte.

Lex

jueves, 17 de noviembre de 2011

Perchero - Lugares comunes 2

Seguimos:

* Ululuar de las sirenas
* Merecido homenaje
* visiblemenve emocionado
* en este mismo instante
* digno ejemplo
* amigos de lo ajeno
* en carne propia
* el tercero en discordia
* no dejar títere con cabeza
* estar entre la espada y la pared
* dantesco incendio
* el flagelo de la droga
* lluvia torrencial
* con bombos y platillos
* confuso accidente
* a altas horas de la madrugada
* prueba de fuego
* borrar del mapa
* movimiento telúrico
* borron y cuenta nueva
* a lo largo y a lo ancho
* escenas de profundo dramatismo
* ¡Fuerte ese aplauso!
* La gota que derramó el vaso
* quien quiera oír que oiga.

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

Amanda, la amada nada
brava, la mar salada.
Mala pasada a la cascada, 
la sal amarga, tapa la cara. 
Zafa, halagada, tantas hazañas. 
Anda callada, malas nadadas,
la rayan, la arrastran, la arañan
¡Santabárbara!
Tanta alharaca
claman las santas 
¡Gran algazara!


Melissa

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.


Mapa mental: auto

Singular
Actividad
Soledad
Distancia

Plural
Compañía
Música
Alegría
Mar

Cotidiano
Trabajo
Pormenores
Cansancio
Horas

Eventual
Vacaciones
Escapadas
Ruta
Tranquilidad
Ella


Lex

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.


Ana canta. Agrada: gana fama, gana plata. La alaban: -¡Maja! ¡Maja!- La agasajan: dan azahar, dan naranjada, dan chal, dan lámpara.
Ana nada la mar a la mañana. La playa, la sal. Va a la casa acatarrada.
Ana lava las patas, la cara, las nalgas, la panza, va a cantar a Catamarca. Canta zamba, danza, salta. Canta acatarrada  mas canta:  Ahhh, canta mal.
-¡Ana, ya basta!- Dan patada a la par:- ¡Falsa! ¡Chabacana!.
-¡Caray!- Va al bar, a la sala. Ana atacada llama a la cana. La cana va. Atrapa a la banda. Ana clama patadas, la cana lastra.
A la mañana va a la casa. Cansada. Va a la cama, la arma. Mañana va a pasar.
 
 
Aquelarre

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.


Verde, escalera, pagoda, árboles

Cada vez que vengo, no puedo dejar de subir cada escalón que me lleva al santuario, sin pensar en Lang Min. Con ella caminé por aquí por primera vez, extaisado por el rojo que ahora me circunda, dejando que las esmeraldas que colgaban de las ramas me acariciaran. El tiempo parece detenerse dentro del templo, y esa sensación de serenidad es la que busco.

Lex

martes, 15 de noviembre de 2011

Perchero - Lugares comunes

Ya sabemos lo que es un lugar común, así que esta es una percha/listado; escribí en la parte de comentarios los lugares comunes que te acuerdes y después el ropero los cuelga de acá.

Comencemossssssssssssssssssssssssss:

  • Voraz incendio
  • Lágrimas en los ojos (además de lugar común, pleonasmo)
  • Mariposas en el estómago (un clásico)
  • Ruta solitaria
  • Nubes de algodón (otro clásico)
  • Verano tórrido
  • Accidente fatal
  • Víctima fatal
  • En breves instantes (pleonasmo)
  • Las palmas de las manos (otro pleonasmo)
  • Las plantas de los pies (ídem anterior)
  • Sonrisa en la cara (pleonasmo)
  • Lluvia torrencial
  • Un sol que raja la tierra
  • Quedarse sin palabras
  • Frondoso prontuario
  • Los inadaptados de siempre
  • El citado nosocomio
  • Tensa calma (oxímoron)
  • Con la frente en alto
  • Momentos de incertidumbre
  • El meollo del asunto
  • En el marco de
  • Duro revés
  • Loco de remate
  • Atención personalizada
  • Yo, personalmente (pleonasmo)
  • Echar leña al fuego
  • Merecidas vacaciones
  • Fiel reflejo
  • Huir despavoridamente
  • Hecho histórico
  • Dar un paso al costado
  • Los guarismos arrojan…
  • Entre los hierros retorcidos
  • Denodados esfuerzos
  • Dato no menor
  • Políticamente correcto
  • Macabro hallazgo
  • Futuro promisorio
  • Ahogado en la pena
  • Prendido de sus ojos
  • Escondite secreto
  • ¿Cómo se siente en este momento?
  • ¿Qué nos puede decir?
  • Tecnología de punta
  • Se dio a la fuga
  • Precios por las nubes
  • Virtual empate
  • Alza del dólar
  • Derrumbe de la Bolsa
  • Acaba de terminar
  • Los uniformados
  • Multitudinario adiós
  • Armas de grueso calibre
  • Conjuntamente con
  • Costo político
  • secuestro de estupefacientes


Los diarios son excelentes para encontrar lugares comunes.

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.



Cruzamos el mar a bordo del vagón naranja, el agua golpeaba las ruedas. Afortunadamente no fue necesario desplegar el velamen. A mitad del trayecto pasamos por un garage para una parada técnica. Dos mujeres subieron a limpiar el vagón al tiempo que nosotros descendimos en un pequeño bote que nos acercó al viejo muelle. Los conductores aprovecharon para pescar desde las ventanillas. Obtuvieron una boga de respetable tamaño la cual cocinaron en la heladera  ubicada a los fondos del garage. Pedimos rapidez en la continuidad del viaje ya que nuestro amigo estaba grave y temíamos no llegar a verlo con vida.

            Retomamos el viaje, la ciudad dejó de ser silueta para volver un monstruo. Llegamos a tierra y con el equipaje tomamos un taxi hasta la estación de servicio donde estaba internado nuestro amigo. Al arriba la recepcionista nos informó en que surtidor se encontraba el paciente. Agonizaba. No nos reconoció. En la cabecera de la cama alguien había derrocado el clásico crucifijo y puesto un poster de Zeppelín y otro de Joplin. Parecía una habitación de nuestra adolescencia. No dijimos una palabra, sonó un pitido agudo y entró la enfermera con las manos engrasadas, sin pedir permiso desconectó los aparatos y arrojó a nuestro amigo a un costado de la cama. Tocó un silbato y gritó “Habitación disponible”.

Vernónica

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consinga, descolgá esta percha.

 Si uno se para en la cima del lado oeste, puede ver el mar, aunque la altura no impide ver el paisaje completo. El sol, al pegar sobre el blanco de las casas, daña los ojos. Hay un laberinto de calles y enredaderas, gente y colores, brisa y sonidos que suben desde el puerto. 

Lex