Para saber sobre la consigna, descolgá
esta percha.
Garage
Caballito de madera
Cajas de juguetes
artefactos eléctricos
muebles
Los garajes a veces son usados para guardar objetos que han sido desechados por adultos o niños y este es uno de ellos. Cada noche cuando las luces y voces de la casa se apagan, el movimiento en el garaje es intenso. Cuando en la vivienda se amortiguan las últimas luces, las voces se llaman a silencio, los cuerpos buscan el merecido descanso y cuando solo se escucha algún lejano ladrido, o el solitario y noctámbulo motor de algún auto por las calles deshabitada, la fiesta comienza. El primero en saltar de la caja, es el soldado de plomo, a quién le falta una pierna. Dirigiéndose a los saltos al caballo de madera, le pide que lo lleve a dar una vuelta. El jueguete le contesta que lo llevará a galopar entre colinas y praderas, tan lejos como lo lleven sus patas de palo. Subiose el valiente militar, tomándose fuertemente de las riendas, tratando de poner su única pierna en el estribo correspondiente, cuando el caballo partió al galope, pasaron zigzagueando entre sillones, bancos, heladeras y lavarropas. De pronto se escuchó un retumbe de tambores y una orden “A ellos” no los dejen escapar”, de la caja empezaron a saltar, leones, tigres, tres soldados, un avioneta y superhéroes. El soldado espoleo el caballo, que tropezó con una silla de tres patas, que yacía volteada sobre un rincón, el militar salio volando por el aire y cayó sobre la avioneta que venía persiguiéndolo. El muchacho se agarró con las dos manos fuertemente del techo de la aeronave, la misma giró haciendo un rulo y despidiendo al hombrecito que cayó con su única pierna sobre el derrumbado sofá. Al ponerse de pie notó, que lo rodeaban tres felinos, sus gruñidos eran intimidantes, el soldado hizo acopio de todas sus fuerzas y salto dentro de la heladera, en ese momento atinó a pasar un superhéroe que lo tomó del brazo y lo levantó por el aire, llevándolo en andas y depositándolo sobre las hélices del ventilador. Yacía el pobre hombre recostado, cuando escuchó un balazo que le voló una charretera con su correspondiente botón. Observó que desde donde provenía el disparo, había un estante. Parados amenazadoramente vio a tres de sus compañeros, haciendo puntería contra su persona. Acorralado estaba por sus congéneres cuando de pronto, un rugido estruendoso lo hizo volver y observó que el dinosaurio rex atropellaba a sus enemigos y los tomaba entre sus garras. El soldadito notó que la luz empezaba a iluminar el interior del garaje. Por esta noche la fiesta había terminado. Miró en derredor y vio que todos sus compañeros, volvían apresuradamente a la caja, nuevamente deberían esperar hasta el anochecer para continuar con sus lúdicas andanzas.
Melissa
Me hizo acordar al Cascanueces, la palabra subióse me desacomodó un poco. Me gusta el trabajo, pero si no entendí mal la percha habla de situar los objetos en lugares distintos. No te preocupes, es nada más que un comentario.
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