BIENVENIDA

Hola, el ropero te da la bienvenida.

Si no sabés qué ponerte (sobre qué escribir), dónde dejaste eso que querés llevar hoy (no te acordás de algunas reglas); si querés revisar chucherías, sacar algo de años anteriores para ver si te entra; en fin, si tenés ganas de esto y más abrí el ropero.

CUERPO PRINCIPAL:

PERCHERO: Aquí se cuelgan las consignas y otras “ropas” (temas especiales que podrán servir para alguna de estas consignas) - ESTANTES - CAJONES

Todos estos lugares serán actualizados –esperemos- con frecuencia y también en el transcurrir se agregarán otros.

ACLARACIÓN

No somos profesores de literatura pero sí somos escritores y, sobre todo, lectores con experiencia que pretenden compartir lo poco o mucho que saben. Este espacio es para incentivar a quienes gusten de crear literariamente.

Nuestro blog: http://palabrascomonubes.blogspot.com/

Última actualización

Mensaje para todos los Roperistas
:)



viernes, 30 de septiembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.


Jack



Su orgullo era más alto que el Everest, su sangre más helada que el hielo pero Milagro de las Nieves tenía, sin ayuda alguna, cuatro bocas para darles de comer. Después de mucho pensar, redujo su nombre a la mitad, su cintura en dos tallas y cambió el taco grueso y bajo de sus zapatos por uno fino y alto; por último, se promocionó en las páginas de placer como: Milagro.  

La mujer besó a sus hijos, les contó un cuento, esperó a que se durmieran, los encerró bajo llave y se dirigió, totalmente transformada, a pararse en la acera de las putas. Se acercó un auto oscuro de vidrios polarizados y bajó el vidrio. De la ventanilla emergió una mano enorme sosteniendo un billete y una voz masculina requirió sus servicios. Algo le dijo que tuviera cuidado pero- pensó-el trabajo es el trabajo y no es cuestión de perder un cliente por no gustarme el tamaño de su mano. Por su lado, Jack, era el tío más inicuo del suburbio: aseguraba haber follado a más mujeres de la que varios tíos pueden follar en una sola vida. Estaba bien dotado y ante la menor provocación, su miembro se elevaba tieso e infernal.

Cuando la mujer subió al auto, éste dio una vueltecita y se ubicó debajo de los árboles; bien oculto de miradas indiscretas.-Oye nena- dijo Jack- contempla lo que tengo para ti: Sacó una bestial cosa erecta que se movía hacia arriba y hacia abajo y la mujer abrió grandes los ojos, se echó hacia atrás, comenzó a temblar -¡No pensarás guardar todo eso dentro de mí!- gritó asustada, mientras intentaba abrir la puerta para salir corriendo. -¿Por qué?, mírala, ¿no la deseas?-¿No eres tú, condenada, la que ofrece un milagro?- Le respondió a la vez que, de un manotón, le arrancó la camisa -También tengo mi lengua ¡mira!- dijo, mostrando una lengua asquerosamente rojiza.

Milagro se revolvió en el asiento intentando zafar de los dedos que la atenazaban, se sacudía y rezaba en voz baja a todos los santos que recordaba. El hombre se le echó encima sin ninguna contemplación, la desnudó y al momento de la penetración, el miembro cayó laxo como una piltrafa: Jack no pudo continuar con la satisfacción desenfrenada de sus deseos y comenzó a bofetearla con el reverso de la mano- ¡A ver! ¡Cumple con el milagro que has prometido! ¡Maldita mentirosa! ¡Cumple con el milagro, ahora! y se puso a llorar histéricamente: ¿Sabes quién soy yo? Yo soy Jack el Destripador. Milagros encomendó su alma a Dios, rogó por sus hijos a todos los santos que había recordado y se dispuso a morir.   

Aquelarre

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.


1-La acción de ponerse el lápiz en la nariz, resulta antiestético para una niña educada.
2 -Puntualmente, debo decir que a veces y no siempre, prefiero buen vino.
3 -¡Ustedes!: Mi vaca, no su ni tu.

Aquelarre

jueves, 29 de septiembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá  esta  percha.

__ Qué te parece si en la sala principal armamos un desayunador?
__ Buena idea!. Eso resolvería el tema de si ofrecemos habitaciones para albergue  o sólo instalamos una casa de té.
__ Habitaciones para albergue y el desayunador, que eventualmente puede ser comedor. Eso aumentaría los beneficios,  porque una casa de té es muy limitada.
__ Seeee…  mirá que vistas hacia el bosque. Impagables. Hay que sacarles provecho.
__ Escuchame una cosa, el negocio cierra porque la cocina es grande y nos podría dar hasta para incorporar las comidas.
__ Claro! Además, si agregamos excursiones al lago, paseo hasta la aldea y una comida campestre, ofrecemos tres  días y sus noches, con pensión completa.
__ Che Gretel, que pegada pasar por esta parte del bosque y encontrarnos esta casa.
__ La verdad que sí.
__ A todo esto, sabés algo de la bruja?
__ Hansel, imaginate, la mina está en el Caribe, disfrutando de sus ahorros y esperando que le empiece a llegar la plata de su participación en nuestro negocio.
__ Del viejo sabés algo?
__ Quedó en venir mañana, a ver cómo empezamos con los arreglos.
__ Sigue con la mina esa?
__ Sí, pero cama afuera. La rajó de la casa y está por hacer algo similar que lo nuestro, pero con cabañas.
__ Lo perdonaste?
__ Si Hansel, lo perdoné, pero lo voy a tener cortito hasta que aprenda que con los hijos no se juega.

Abulorio

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta percha.

El primer día sólo pudo visitar la celda del convento en que había vivido sor Agustina. Allí encendió unos cirios y cantó la misa, se arrodilló y besó la cruz, según el rito católico. Una monja lo observaba por la puerta entreabierta.
Por la puerta entreabierta del convento, observó la celda de la monja. El primer día, Sor Agustina sólo cantó la misa según el rito católico: se arrodilló,  besó los  cirios y se le incendió la cruz.

Melissa

lunes, 26 de septiembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.



¡Alégrate! La primavera está llegando con aroma a café.

¡Qué pena! Sí, mucha pena no poder acordarme dónde dejé mi sombra.

Mi dulzubrio. ¿Él sabrá lo que es? No tiene tu imaginación… De todas maneras, este dulzubrio es sólo para mí.


Isis 

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá  esta percha.

La Cenicienta





-Me llamo Cenicienta -¿que no me conocéis?-¡cómo no me vais a conocer!-la del cuento-¡la de las hermanastras!

-Sí, mi madrastra murió hace años-Era odiosa, siempre queriendo educarme. Yo creo que murió de prolija ¡de aburrimiento murió!-¡pobre papá no lo dejaba vivir!

-El castillo estaba impecable eso no lo voy a negar y a nosotras nos tenía como lo que somos, verdaderas princesas. Bueno, yo soy princesa mi hermanastras no, lo que es por la madre…

-No, no tenía sangre real, del vulgo la trajo. Casi muero del disgusto cuando papá anunció su boda con ésa.

-Pecaba de humilde ni vestido de novia quiso, se casó con un trajecito ¡¡un trajecito!!-

Imaginàos cómo la miraban los invitados -¡el Mayordomo estaba mejor vestido que ella!-¡qué papelón!-yo veía las sonrisitas el día de la boda y eso que al castillo lo arreglamos de punta en blanco.

-Ella quedó viuda estando encinta de la más chiquita-sí, se casó con papá embarazada de pocos meses por eso no se notaba.

Después trajeron a vivir al Castillo a mis hermanas, igualitas a ella -¡menos mal que mamá no lo vio!-¡ella misma las amamantaba! yo no podía creer verla cambiarles los pañales.

¡Un olor en mi cuarto!-¡sí. Como lo oísteis las ubicaron en mi cuarto!

-“¿Hay que unir las hermanitas”-dijeron-¿Las hermanitas?

-La mayor morocha, cabello grueso, ojos marrones. ¡Nada que ver con nosotros!-

-Nació en primavera- la madrastra misma le tejió el ajuar. Todo el invierno trabajando ¡una cunita!

-Las ubicaron al lado de mi cama para que lloren las veinticuatro horas, para que toquen todo, para que molesten

Menos mal que el ala derecha del castillo todavía conserva las habitaciones de mamá como cuando ella vivía.

A la segunda de mis hermanastras la pusieron en una cuna junto a la cama de la primera.

-¡Yo vivía en penitencia!-me mandaban a lavar los platos, a quitar la ceniza del fogón, por eso me dicen Cenicienta. No, no me llamo Cenicienta, me dieron ese mote mis hermanastras- porque cuando no les ataba entre sí las puntas de los escarpines que

tenían puestos las bebés se me caía una almohada encima de la que dormía y hechos de ese estilo.

-¿Que cómo me llamo?- María Gracia Stephanie Helena Letizia, los nombres de mis abuelas y de mi madre-no, García es el apellido materno de mis hermanastras-

Por eso el colmo de mi ira se dio cuando colocaron un moisés en mi habitación-si al menos hubiera nacido hombre hubiese dormido en otro cuarto de palacio ¡no, tuvo que nacer mujer para que la ubiquen en el mío!

A la escuela no quise ir. No, no me gustó nunca estudiar en cambio mis hermanastras vivían en la biblioteca. Leían como poseídas, me aburría nada más de verlas-la mayor es Abogada. La otra es Médico y la pequeña Farmacéutica, abrió una farmacia en el centro de la aldea.

-¿La fiesta?- ¡cómo no voy a ir!-ellas también pero regresaron temprano porque no habían cumplido los diez años cuando el rey convocó a las princesas del reino.

-Yo había cumplido recién los diecisiete- Me puse un vestido de mamá ¡precioso! la envidia de todas- No, no fui en una calabaza ¡faltaba más! esos son cuentos-en mi carruaje, con mi cochero personal, como corresponde.

-A la primera que invitó a bailar el príncipe-¡qué buen mozo! ¡tan galante!-

-El zapato era de cristal traído de Venecia- me los hice tallar especialmente por el zapatero del reino.

-Se me rompió un taco y no podía quedar coja en la fiesta, no hubiera resultado presentable.

-Salí corriendo del castillo del príncipe- de la impotencia lo dejé tirado en la escalinata y me fui a dormir-¿qué podía haber hecho? ¡¿Llorar toda la noche?!

-Al otro día salió el bando- es que no nos habíamos presentado, no alcanzamos a intercambiar ni una palabra.

-Vino a casa- yo me vestí como una reina- lo recibí con honores- me probó el zapato y efectivamente, era el mío, me calzó perfecto.

-Salimos varias veces-“Para conocernos mejor”-dijo.

-El príncipe dijo también a los pocos días –“Todavía soy demasiado joven para los compromisos, no estoy seguro, lo tengo que pensar, no gano lo suficiente”.

Mis hermanastras se casaron- A veces vienen a visitarme, traen los chicos-son insoportables, pisan las flores, bajan por los pasamanos, nadan en el estanque ¡un horror!-Se casaron bastante bien, uno es Duque y dos son Condes.

-¿El príncipe? se casó también- los hombres son así ven una cola y se casan con cualquiera, mirad si no a mi padre.

-No. Yo estoy soltera ¿cuántos príncipes herederos creéis que hay en un reino?

Aquelarre

jueves, 22 de septiembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.

Obsesión etílica

Vivo muy pocas veces sobrio. Hace once años me dijeron que tenía seis meses de vida, si seguía como hasta ahora, descubriendo treinta o cuarenta molinos de viento, en el arco de un zaguán o en la puerta cancel. A Borges ni se le ocurren esas cosas. Yo camino por Buenos Aires con una terna de profesores, compartimos preferencias pero de un modo vanidoso, las palabras de la prosa de Stevenson, el sabor de un café y una propina.

Melissa.

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.

Palabra: Café

Lugar:
Mesa
Cama
Silla
Bar
Biblioteca

Tiempo
Desayuno
Almuerzo
Merienda
Cena
Media noche
Media mañana
Medio siempre

Momento
Alegría
Tristeza
Indiferencia
Esfuerzo

Coste
Depende

Aquelarre

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Perchero - Receta: plato principal

RECETA
PLATO PRINCIPAL

1 texto (puede ser narración, cuento, texto independiente, lo que gustes) de suspenso.

Ingredientes:
10 puntos y seguido*
3 puntos y aparte*
30 comas*
1 hipérbole*
1 metonimia*
1 sinédoque*


* Si necesitás, abrí el cajón de  ortografía
* Si necesitás, abrí el cajón de recursos literarios

Perchero - Receta: masitas finas

MASITAS FINAS

Ingredientes:
Una oración que contenga 3 palabras graves, 2 agudas, 1 esdrújula.*
Una oración que contenga 3 adverbios (en la forma que quieras)*
Una oración que contenga 1 sustantivo y 6 monosílabos: 2 adjetivos posesivos y 2 pronombres personales, los otros dos van según tu gusto.*


 * Si necesitás, abrí el cajón de ortografía

Perchero - Receta: Postre para golosos

RECETA
POSTRE PARA GOLOSOS
1 texto (puede ser narración, cuento, texto independiente, lo que gustes) de corte romántico.

Ingredientes:
5 puntos y seguido
2 puntos y aparte
20 comas
3 metáforas*
3 palabras esdrújulas
1 antonomasia*


* Si necesitás, abrí el cajón de recursos literarios

martes, 20 de septiembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá  esta percha.


Es una tarde hermosa, el viento apenas mueve los árboles, el sol acaricia, no podría pedir un instante mejor. Se asoma al arroyo, que le devuelve una imagen joven pero nada parecida a los otros. Al principio se preguntó por qué, ahora ya no lo hace, de qué serviría, hace ya mucho que se olvidó de recordar. No tiene sentido, los recuerdos son simplemente pasado. No entiende entonces por qué tantas veces despierta sobresaltada, escuchando la voz de su madre diciéndole “no cruces por el bosque”. Ese sueño siempre la incomoda, no puede negar ni afirmar que algo de verdad haya en él. De todas maneras, tampoco tiene tiempo para tonterías.
Algunas tardes (como ésta) algo la recorre íntimamente, algo desconocido; ella se deja llevar, fantasea, y sí, aunque no quiera recuerda… Es entonces cuando se refugia en su escondite preferido, donde está ahora, mirándose en el lago, lejos de sus hijos lobos, que juegan desgarrando en más jirones lo poco que quedó de una capa roja que quién sabe de dónde la trajeron.

Isis

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá  esta  percha.

La agasajada a la casa. 

La agasajada llega a la casa.  Mamá la abraza. La agasajada abraza a mamá. La agasajada pasa a la sala. La agasajada clama naranjada.
- Hay champaña, pasta azafranada y tarta a la pasa- Habla mamá.

-¡Caramba! -Habla la agasajada.

-Mamaá, mamaaá, ¡Aldana saca pasta!

-¡Mamá, mamá, Amalia, la tarada, avanza la tarta.

Mamá, harta, calla a Amalia.

Amalia agacha la cara.

-Mamá, ¡hazla callar a Aldana!

-Mamá, Amalia saca las pasas-¡Amalia, papanata, Amalia, papanata!

-¡Calla Aldana! ¡Calla ya!

-Amalia-habla mamá- ¡haya paz! ¡Cansan!

Mamá sagaz llama a papá. Papá calma a Amalia, calla a Aldana. La agasajada alaba la tarta. Mamá alaba a la agasajada.  La agasajada abraza a mamá. Cansada va para la casa, para marchar, abraza a papá, abraza a Amalia, abraza a Aldana. Papá aplaca a mamá para salvar a Aldana, para salvar a Amalia. Mamá cansada calla.
Mamá, papá, Amalia, Aldana van a la cama. La paz llama a la casa.

Aquelarre

sábado, 17 de septiembre de 2011

Cajón de ortografía - Signos de puntuación 1

SIGNOS DE PUNTUACIÓN 1:

Uso del .
El . marca una pausa.
.
Sirve para marcar el final de una frase. Se escribe siempre después de la última sílaba, sin dejar espacio.

. y seguido
Separa las oraciones dentro de un mismo párrafo. En todo párrafo hay oraciones que aunque estén relacionadas, necesitan separarse.

. y aparte
Separa los párrafos.
Dentro del texto hay párrafos cuyo contenido es diferente y deben tener una pausa más larga.

. final
Marca el final del texto.

,
Es una pausa más breve que el punto; tiene varios usos, aquí algunos:
·       Para separar palabras dentro de una misma oración:
Ignacio, Manuel, Verónica y yo fuimos al cine.
·       Separa oraciones breves pero con contenido completo:
Nos despertamos, nos levantamos, nos lavamos la cara y fuimos a desayunar.
·       Para separar, dentro de una misma oración, una explicación:
María, la más linda del pueblo, vivía al lado de mi casa.
·       Para indicar que se omitió un verbo:
Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
·       Cuando se invierte el orden lógico de la oración:
Con este embotellamiento, no llegaremos más.
·       Después de expresiones como:
Sin embargo – por lo tanto – es decir – mejor dicho, etc.

;
Creeme si te digo que es un medio entre el punto seguido y la coma. Una pausa más larga que la coma pero no tanto como el punto. Es decir, una exquisitez literaria, una dama vestida de gala. No se utiliza mayúscula en la palabra que le sigue. Aquí exponemos los usos más frecuentes.
Se usa para:
·       Separar los componentes de una oración cuando ya estás utilizando comas:
En el camino me encontré con Mariana, la prima de Osvaldo; Hernán, tan simpático como siempre; Sofía, vecina de tía Luisa.
Para explicar un poco más pero saliendo del contexto de la oración en la que venías:
A nadie le asombró que Augusto estudiara astronomía; él siempre sostuvo que había vida en otros planetas.
·       Después de la idea principal, cuando querés agregar algo más.
Me gusta la música en general; eso sí: la clásica es mi preferida.
·       Antes de:
Sin embargo – en fin – etc., cuando las oraciones son largas.


Después seguimos.

Perchero - ¡Correoooo!


Como el título lo dice, esta percha es una carta. Pero no cualquier carta, sino una que le escribas a quien fuiste en la infancia o a quien serás en la ancianidad. No es necesario que seas “vos”, podés crear un personaje con su propia historia pero deberás escribir en primera persona.

Estante de biografías

          Para los amantes de la literatura negra, Block ocupa un lugar de privilegio y de culto. A pesar de su abundante obra -que supera las 50 novelas y más de cien relatos- se ha tornado difícil por estos días obtener algún material en español, de este escritor norteamericano, nacido en 1938. Block comenzó a escribir pequeños relatos eróticos para revistas pornográficas firmados bajo seudónimo. En la década del 50 llegó la oportunidad para publicar con su verdadero nombre. Las historias  se ubican habitualmente en la ciudad de Nueva York y ha  creado dos personajes que se llevan la mayor parte del material: el detective Matthew Scudder (ex alcohólico) y Bernie Rhodenbarr, ladrón de refinados modales.
          Los cuentos de Block se ubican en un nivel de tensión única, sus personajes, impregnados en sangre y crimen, están delineados con pocos adjetivos y son seres de vidas comunes.
          Ofrecemos como muestra el cuento “A veces muerden”. Se destaca el manejo de un diálogo real, de pocas palabras. La narración nos va guiando hacia un final previsible en un aspecto pero con una justificación perfecta que Block nos ofrece, en forma oculta, a mitad del relato. Resaltamos el siguiente párrafo:
Mowbray empezó a hacer varias cosasEmpezó a retroceder y empezó a apoyarse en la caña de pescar y empezó a extender el brazo izquierdo… En cualquier taller literario esa reiteración del verbo sería repudiada y corregida, sin embargo aquí Block brinda cátedra, no es el personaje quien genera la acción, sino el verbo que refuerza el accionar.

http://lateoriadelaspromesas.blogspot.com/2010/11/veces-muerden.html

viernes, 16 de septiembre de 2011

Cajón de medias sueltas


"La palabra no es sólo el soporte del pensamiento, sino su propia sustancia.
No expresamos con palabras lo que pensamos, sino que pensamos en la medida en que dominamos el lenguaje"


Ricardo Aroca. 1993 "Los riesgos del oficio"


Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá  esta percha.

La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear. No hay otra palabra posible. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo xviii, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson. Vivo, sobrio, trabajando, amando y siendo amado por una buena mujer. A Borges, con quien pienso hacer batalla, es a quien le ocurren las cosas, amigo Sancho Panza.

Abulorio

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.

MUNDI MENTAL

Palabra: mate

TIEMPO
mañana
tarde
semana

GENTE
amigos
familia
encuentro
virtualidad

SENSORIALES
calor
dulzura
aroma
abrigo

EMOCIONES
compañía
incondicionalidad
tranquilidad

ESTADOS
alegría
tristeza
euforia
soledad.

Isis

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.


 Lo poco

 Logro todo por poco,
 compro solo tongos,
 pronto los noto,
 no conozco otro modo.

 Compro lotos, poco pongo,
 como choclos solos
 como lodo tosco,
 como todo lo poco.

 Choco con Cholo,
 compró todo con costo,
 tomó modo zonzo,
 contó oro por plomo.

 Yo, cómodo con poco,
 como pororó,
 cojo con forro,
 gozo con lo porno.

 Cholo no, lo conozco,
 vogó no poco:
 Congo, Oslo, Como,
 compró cocos, los trozó.

 Yo no, no los soporto,
 morfo copos con hongos,
 como porotos solos,
 no toco los lomos.

 No opongo logros
 como ogro morboso.
 Corroboro honor.
 Lo poco, no lo boto.

Abulorio 

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.

La papada más flaca. 

La papada más flaca, camarada Abraham, alcanza a agradar más. A Ágata la acababa la avalancha de grasa.
La abrazabas, tan abstracta, tan alargada, tan alba, Ágata, acababa acalambrada. La grasa la abarcaba, catarata a la cara. La alarmaba, camarada, la avasallaba.
Atrapada la pasaba mal, la alba Ágata. La mataba la papada. La asustaba.¡Acaba la pavada! Camarada: Más flaca la papada, abrazas a la amada, la agradas.

Aquelarre

martes, 13 de septiembre de 2011

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.

De izquierda a derecha

Don Máximo Detalle, nuestro vecino del cuarto “A”, es el más anciano del edifico y nuestro mejor amigo. Tenía colgado de la pared de su sala un reloj más antiguo que él pues, según cuenta, perteneció a su bisabuelo.
El reloj era redondo y plano, la misma forma del rostro de don Máximo y la primera coincidencia.
Adherida a madera de buen lustre, la caja era plateada con diminutas jadeítas blancas incrustadas, similares a los pequeños gránulos blanquecinos que florecen continuamente sobre la nariz de su dueño.
La esfera del reloj, de berilo rojo, tenía además de grabados que parecían esotéricos, prácticamente la misma tonalidad que las mejillas del bueno de don Máximo.
El fondo de la carátula era blanco con manchitas amarillas; tan blanco y manchado de amarillo como los pocos dientes que conservaba y como la membrana esclerótica de los ojos.
La hora se determinaba en la carátula del reloj mediante dos o tres manecillas, rígidas como los bigotes de nuestro amigo, que viajaban de un número romano a otro: una corta para la hora, una larga para los minutos y la tercera manecilla, también larga, marcaba los segundos.
El reloj contaba con un péndulo oscilante y barroco que, en su parte inferior, poseía un ensanchamiento con un orificio medianamente pequeño, fileteado en oro. Llevaba, además, conectada una campana ornamentada con arabescos extraños, tal vez también relacionados al esoterismo, que producía monótonas campanadas indicando el transcurrir de las horas.
El único pasatiempo del anciano era, además de contarnos historias que recordaba con excesivo detalle, observar el reloj. De tal manera que había adoptado el hábito de seguir con su cabeza el compás del péndulo: derecha, izquierda, izquierda, derecha, derech…
Don Máximo tenía tan exacto el cálculo mental, entre una hora y otra, que se había acostumbrado a corear- exactamente a tiempo- el gong que producía la campanada cada quince, treinta, cuarenta y cinco y sesenta minutos.
Lágrimas amargas lloró don Máximo cuando aquellos ladrones ingresaron a su casa, lo maniataron y robaron su tesoro.
Muchas horas y cariño nos llevó consolarle. El reloj no se recuperó pero don Máximo sigue repitiendo las campanadas y haciendo mover su cabeza de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, de izquierda a derech…



Aquelarre

Estante de ejercicios

 Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.


Selene ve el verde.

 Desde el celeste éter
 Selene ve el verde que crece,
 que levemente se mese,
 que es perenne.

 Depende de qué ve,
 ver es creer, crecer,
 que execre es fenecer
 Selene es leve, breve.

 Emprende el descender
 cree que en tres meses llegue
 de vez en vez,
 de mes en mes.

 Se mete en estrés
 que le es leve,
 que en tren de festeje
 le reste fleje.

 Teme perecer de sed
 ennegrecer de tez
 desmerecerse
 perder el ser

 Desde el celeste éter
 Selene teme el entregue
 que levemente crece,
 que es perenne.

 Abulorio

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha

Aldana, abrazada al jacarandá, arma la hamaca, nada la calma, ama hasta fracasar. Ata la gasa.
-¿Gasa? -clama clara- ¡Barrabasada!
Aldana canta.
-¡Abracadabra!
Acaba la hamaca.
Clara:
-¡Caramba!

Isis

Estante de ejercicios

Para saber sobre la consigna, descolgá esta  percha.

Mi consorte

¡Oh! mi consorte. Su expresión: ni tonto ni vivo. Cejas bermellón, párpados inquietos. En sus ojos celestes el brillo y el destello del sol. Su boca, vehemente, bien turgente sus labios. De nariz decente, sin bultos horribles ni puntudos pelos. Mejillas levemente emergentes. Mentón honroso, cabello monocromo de entretejido costoso. Orejas excelentes. ¡Oh!, mi consorte, hermoso, tierno, deferente, mi príncipe sin desteñir, mi rey.

Aquelarre

lunes, 12 de septiembre de 2011

Cajón de correcciones

(Siempre a pedido del participante)


Las dalias.

“No recuerdo que edad tenía pero sí que mis abuelos no se hablaban, yo era su correo privado. Dile a tu abuela, responde a tu abuelo. Entonces corría por la casa portando la noticia, desconociendo el mundo adulto y creyendo que en ese juego ellos no se aburrían”.

Mi trabajo era el de ser el corre ve y dile (correveidile), (sin coma) de todas sus niñerías de adultos mayores.
Abuela, para no tener que ceder a los requerimientos nocturnos del abuelo, (sin coma)- que sí los tenía a pesar de las discordias – (coma) me empezó a hacer dormir (“me empezó a hacer dormir” no suena bien, quizá otra forma de expresar lo mismo) entre ambos. Yo sentía su aroma tan particular a través de la tela de su camisón de lino. Abuela me contaba cuentos antes de dormir y siempre tenía oculto (oculta, golosina es femenino) entre los pliegues de la almohada alguna golosina.
Por las mañanas (coma) el primero en levantarse era abuelo. Se calzaba sus pantuflas cuadrillé y arrastraba los pies hasta la cocina. Al rato regresaba con un tazón de leche para mí y una bandeja con la pava y el mate.
-Alcáncele a su abuela- me decía y yo tomaba la calabaza con la mano que no estaba sosteniendo la taza y se (sin se) lo (la) alcanzaba al lado opuesto de la cama.
-Devuélvale a su abuelo- decía mi abuela luego de sorber, traguito a traguito, el espumoso mate.
-Pregúntele a su abuela si gusta un bizcochito- me decía abuelo mirándome a los ojos y sin enfocarlos en ningún momento en ella.
-Abuela, ¿gusta un bizcochito?- (sin guión final)
-¿De qué gustos tiene?- preguntaba abuela.
-¿De qué gustos tiene? (guión) repetía yo con la boca llena.
Entonces el abuelo me iba dictando los sabores de los bizcochitos que podían verse en el plato  pero que abuela no se dignaba a mirar.
Una vez cada uno me llevaban a la escuela. Los lunes el abuelo, los martes la abuela, los miércoles…. Y así sucesivamente hasta que terminaba la semana. Los sábados salíamos a pasear. Primero íbamos a la plaza y (coma) lo mismo que en la cama, yo me sentaba en el banco entre medio de los dos. Por la noche nos tocaba cine. La elección de la película llevaba casi todo el tiempo que estábamos en la plaza. Nunca se ponían de acuerdo. A mí me correspondía intercambiar mensajes entre ellos, girando la cabeza de un lado a otro. Hasta que al fin decidían cual (cuál) cinta podía ser del gusto de ambos y que no me hiciera daño debido a mi edad.
La disputa duró algunos meses y (coma) si bien (sin coma), a ellos, parecía divertirles (coma) a mí me produjo un aburrimiento agotador.
Una mañana en que abuelo cebaba mate y yo tenía que hacer de intermediario, terminé mi tazón de leche y me puse de pie haciendo equilibrio sobre las frazadas. Elevando la voz les di un reto soberano (coma y minúscula en “de”). De esos que solían darme a mí (cuidado: si es “darme”, es “a mí”, por lo tanto, “a mí” acá es una redundancia y no queda bien) cuando exageraba alguna travesura.
La abuela ruborizada miraba sus manos y el abuelo giraba el mate entre sus dedos.
-Y ahora- les ordené (guión) se van a dar un beso como viejos amigos. (aparte)
Primero ninguno de los dos quería ceder pero después el abuelo (sin coma), levantó tímidamente los ojos y preguntó:
- ¿Usted me perdona (coma) María?- (sin guión)
Abuela se hizo rogar un momento. Luego sonrió con picardía y  respondió:
-Humm, no sé si lo merece, Juan- (sin guión)
- Bueno, perdónelo abuela -dije yo (sin “yo”. Mismo caso de “a mí”; si “dije”, soy yo) con autoridad (guión y coma, minúscula en abuelo). Abuelo no lo volverá a hacer.
-¿Verdad que no lo volverá a hacer, abuelo?- pregunté.
-No, no lo volveré  a hacer- (sin guión)
-Bien, ¿ahora qué dice (coma) abuela?- (sin guión)
-Si está seguro de que no lo volverá a hacer, lo perdono -dijo abuela.
Desde entonces ya no duermo en la cama matrimonial, volví a mi cuarto que tanto extrañaba y todos los días me acompañan juntos a la escuela.
A ellos se los ve más felices que nunca y en el jardín han vuelto a florecer las dalias, tan bonitas, como antes de que el abuelo las cortara.

Aquelarre